lunes, 12 de mayo de 2014

Una historia sobre la autoestima del mexicano de la época de la expropiación petrolera

Era Agosto del 2013, los días claves de la reforma energética de Peña Nieto, cuando escuché una entrevista de la periodista Carmen Aristegui al Dr. Francisco José Sánchez Sesma de la UNAM.
Más allá de los argumentos que el Dr Sánchez ponía sobre la mesa, dijo algo que a mí me dejó con una espinita clavada desde entonces:   
"Los mexicanos han perdido la autoestima, piensan que sólo pueden venir a salvarnos los extranjeros".

La atmós-fear.
En efecto, el mexicano está desmoralizado para las cosas importantes. Ya no sé cuántas veces he escuchado las frases "No se puede hacer nada", "Mejor ya no le muevas", "Déjalo así", etc (en la vida real, porque lo que es para el futbol ahí si nunca falta el "Sí se puede").

No tengo idea de dónde viene este derrotismo insano, pero se respira en el aire y se ha expandido tanto, que a veces hasta las cosas más simples pintan muy complicadas para intentarlas.
Tal vez, el miedo a que las cosas empeoren, nos ha llevado a que nadie le quiera mover a nada, como si viviéramos en un castillo de naipes. 
Una historia sobre la autoestima.
Pero no siempre fuimos así. En la misma entrevista el Dr. Sánchez Sesma cuenta una anécdota positiva sobre el mexicano de la época de la expropiación.
Con la expropiación petrolera, las empresas extranjeras se llevaron a sus ingenieros y expertos con ellos. Para complicar más las cosas, poco después de la expropiación, explotó la planta que producía el etileno de plomo (un aditivo para la gasolina) y con esto la industria mexicana y la propia expropiación quedaban muy comprometidas.
Para salvar la situación, habría que revertir algunas medidas para comprarle el aditivo a los británicos. Pero en un alarde de audacia y patriotismo se decidió reabrir las plantas a pesar de que la explosión mató a los principales expertos mexicanos. 
El presidente Cárdenas preguntó a sus colaboradores ¿Y quién va a hacer eso? Los estudiantes, le respondieron. Y fueron los estudiantes los que lograron producir los aditivos que hacían falta y gracias a ello tuvimos PEMEX para rato (hasta que llegó Peña Nieto).
En este video podemos ver la entrevista (la anécdota comienza en el minuto 10 aproximadamente).


desde el castillo

La reforma se echó a andar con el congreso cercado por policías y cada vez más mexicanos cuestionan a Peña Nieto sobre los beneficios que prometió en sus comerciales. Hay que esperar sentados o de plano revertirla.

Por lo pronto, me queda claro que son historias como la que contó el Dr Sánchez Sesma, las que necesitamos difundir para moralizarnos nuevamente. 

Y ahora que se viene el mundial, espero que le quitemos un poco de pasión al futbol para regalársela al país.

Fuentes:
http://eleconomista.com.mx/caja-fuerte/2013/04/30/mexico-ya-tiene-gasolina-mas-cara-que-estados-unidos 
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/3/1089/4.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=RWcfM7nphEg

 

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